NORMAS ISO 14000: Estándares ambientales para la gestión de empresas verdes.

Por Paula Agustina Campos

24/02/2021

En la actualidad, cada vez son más las organizaciones y empresas de todo tipo interesadas en alcanzar y demostrar un sistema de gestión que controle los impactos ambientales de sus actividades, productos y servicios, acorde con su política y objetivos ambientales.

Frente a un contexto donde aumentan las preocupaciones por los temas ambientales y una legislación cada vez más exigente que impulsa la protección ambiental, los consumidores de productos y servicios, es decir la sociedad en general, se inclinan por aquellas empresas que cuenten con un sistema organizativo de gestión y acreditación de los estándares ambientales establecidos. 

Muchas empresas han incorporado auditorías ambientales para evaluar su desempeño ambiental. Sin embargo, esas auditorías pueden resultar insuficientes para la organización y no proporcionar la seguridad necesaria de que el correcto desempeño se cumple y se cumplirá, de acuerdo a los requisitos legales y políticas fijadas. 

Para lograr una gestión eficaz y sostenible en materia ambiental, las empresas necesitan estar desarrolladas dentro de un Sistema de Gestión Ambiental (SGA) que esté integrado a la organización

Bajo esta premisa es que, a lo largo de los años, se vienen desarrollando diversos estándares que describen las condiciones que deben reunir este tipo de sistemas de gestión y los requisitos necesarios para su implementación. Estos estándares los encontramos recopilados en las Normas Internacionales ISO. 

Podemos definir a este tipo de normas voluntarias como documentos escritos que expresan recomendaciones o herramientas orientadas a ordenar y guiar la gestión de cualquier empresa en sus distintos ámbitos.

Éstas son establecidas por el Organismo Internacional de Estandarización (ISO) que se propuso establecer parámetros o estándares comunes para asegurar la calidad, seguridad y eficiencia de las distintas actividades de producción y comercialización de bienes y servicios. 

“Esas normas surgen de un proceso que se llama normalización. Ese proceso de normalización tiene que ver con una actividad que tiende a uniformar, estandarizar, a normativizar aspectos técnicos inherentes a productos, a procesos y a servicios”. (Adriana Martínez)

Esta normalización, fue alentada por El Organismo Internacional de Normalización (ISO), creado en el año 1947 y cuenta con más de 190 estados miembros, que son representados por organismos nacionales de normalización. En la Argentina, por ejemplo, se encuentra el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM). Dichos organismos trabajan en conjunto en el desarrollo de normas comunes que sean aceptadas universalmente y adoptadas por las empresas.

El resultado de este desarrollo lo encontramos en la diversificación de las normas ISO en diferentes ramas o familias que tratan aspectos diversos como la calidad, el medio ambiente, la seguridad, riesgos laborales y la responsabilidad social. El proceso es continuo y periódicamente van apareciendo actualizaciones y nuevos ámbitos de tratamiento.

Dentro de esta diversificación, se encuentra la serie de normas ISO 14000 que son un conjunto de pautas que cubren los aspectos ambientales en torno a la producción, gestión, organización, fiscalización, etcétera de una empresa y tienen como objetivo principal guiarla hacia la reducción de su huella medioambiental y disminución de la contaminación y los residuos que ésta produce. 

Dentro de esta familia de normas, cabe destacar la Norma ISO 14001, un estándar internacional publicado en 1996 y actualizada por última vez en el año 2015. La misma expresa cómo establecer un Sistema de Gestión Ambiental (SGA) efectivo, aplicable a cualquier organización, de cualquier tamaño o sector que voluntariamente busca reducir los impactos en el ambiente y cumplir con la normativa ambiental. 

Este estándar se centra en la gestión ambiental y tiene como objetivo guiar a la empresa para que identifique y gestione los posibles riesgos ambientales que se puedan llegar a generar producto de su actividad habitual.

Certificación Norma ISO 14001

Teniendo en cuenta que las normas internacionales ISO son de carácter voluntario, es importante destacar cuáles serían los motivos que llevarían a una empresa a certificarse en alguna norma ISO. 

Partimos de la base de que cualquier empresa, sea cual sea su actividad, facturación, sector, ubicación o tamaño, puede certificarse. 

Sin embargo, la certificación implica un proceso y, muchas veces, un reacondicionamiento de toda la organización de la empresa para lograr un Sistema de Gestión Ambiental (SGA) eficaz y continuo a largo plazo. 

Mas allá de las demandas impulsadas por la sociedad y el actual contexto, una empresa puede tener interés en certificarse en ISO 14001 por los siguientes beneficios que ésta conlleva: 


  • Beneficios económicos y ambientales: como la norma ISO 14001 requiere un compromiso con la mejora continua del SGA, el establecimiento de objetivos de mejora ayuda a la organización a un uso más eficiente de las materias primas, ayudando así a reducir los costos.


  • Minimización de riesgos ambientales.


  • Disminución de costes de producción de residuos y consumo de recursos: su sistema de gestión permite integrar los requisitos de ésta y otras normas de gestión en un único sistema de negocios para reducir la duplicación de esfuerzos y costos.


  • Disminución de riesgos de sanciones: la certificación ISO 14001 ayuda a reducir los riesgos asociados a cualquier costo o daño a la reputación de la empresa asociada a sanciones. También ayuda a la construcción de la imagen pública hacia sus clientes, organismos reguladores y principales partes interesadas. 


  • Mayor competitividad: frente a otras empresas y/u organizaciones que también valoran y respetan el medio ambiente. 


Por consiguiente, si una empresa está interesada en conseguir la certificación de alguna norma ISO, primero se le dará un tiempo para que ésta implemente el Sistema de Gestión Ambiental, siguiendo las directrices que la norma establece. 

Luego, se pasará a una etapa de auditorías internas, a cargo de consultores ambientales expertos en la Norma ISO específica bajo la cual la empresa quiera certificarse. Los auditores elaborarán un informe evaluando el desempeño ambiental de la empresa.

Por último, la empresa deberá ser auditada por profesionales externos para conseguir posteriormente la certificación ISO 1400, que será otorgada por agencias certificadoras gubernamentales o privadas. 

La adopción de un sistema de gestión es una decisión estratégica para una organización que le puede ayudar a mejorar su desempeño global y proporcionar una base sólida para las iniciativas de desarrollo sostenible.

Gráfico: Norma ISO 14001:2004. Introducción. Apartado VII


Por último, es interesante destacar que la norma internacional ISO 14001 se basa en la metodología conocida como Planificar – Hacer – Verificar – Actuar (PHVA). La metodología la podemos describir de la siguiente forma:

  • Planificar: establecer los objetivos y procesos necesarios para conseguir resultados de acuerdo con la política ambiental de la organización.

  • Hacer: implementar procesos.

  • Verificar: Realizar el seguimiento y la medición de los procesos respecto a la política ambiental, los objetivos, las metas y los requisitos legales y otros requisitos, e informar sobre los resultados. 

  • Actuar: tomar acciones para mejorar continuamente el desempeño del sistema de gestión ambiental.

Esta metodología de trabajo que propone la norma nos lleva a reflexionar sobre el verdadero proceso que conlleva implementar un Sistema de Gestión Ambiental, donde se tienen en cuenta todos los elementos que involucran a una organización, trabajando con un enfoque basado en procesos; buscando la mejora, eficacia y sostenibilidad para lograr los objetivos ambientales universales y convertirse finalmente en una empresa verde.